sábado, 11 de junio de 2016

ACEPTACIÓN DE UN HIJO CON SÍNDROME DE DOWN

ACEPTACION DE UN HIJO CON SINDROME DE DOWN



JUSTIFICACIÓN
Al momento de crear una familia, la pareja espera un hijo “perfecto” un bebe que se encuentre mínimamente en óptimas condiciones de salud,  sin embargo entre la gestación y el nacimiento, pueden surgir alteraciones que afecten la vida del bebé y la de todos los miembros de la familia, es así en el caso del síndrome de Down, esta alteración genética cambia por completo los ideales de estos nuevos padres, los lleva a enfrentarse con una realidad inesperada que causa temor, rechazo, dolor y culpabilidad, además de una doble carga de responsabilidad y cuidado ante ese nuevo miembro de la familia.
A continuación tomaremos como tema principal la aceptación de este cambio en la familia, se investiga como afrontan los padres la llegada de un hijo con síndrome de Down a través de la terapia estructural, esto teniendo en cuenta  que al estudiar estos casos desde la psicología promovemos la inclusión de los niños con síndrome de Down al medio, creando perspectivas diferentes y desarrollando técnicas, instrumentos, o simbolismos para el trato de ellos.
PRESENTACIÓN TEORICA
El síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales (trisomía del par 21), este síndrome caracterizado por la presencia de un grado variable de retraso mental y unos rasgos físicos peculiares que le dan un aspecto reconocible, es la causa más frecuente de discapacidad psíquica congénita y debe su nombre a John Langdon Haydon Down que fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En julio de 1958 un joven investigador llamado Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración en el mencionado par de cromosomas. No se conocen con exactitud las causas que provocan el exceso cromosómico, aunque se relaciona estadísticamente con una edad materna superior a los 35 años.
Desde el punto de vista de la terapia familiar, la familia es un sistema abierto regido por reglas que se basan en la cooperación para lograr tareas de desarrollo, tiene una organización basada en la interacción, la cual genera reglas, jerarquías, límites, estilos de comunicación y alianzas, que constituyen elementos de la estructura familiar (Minuchin, 1986).
La importancia de abordar una temática como la del niño con diagnóstico de síndrome de Down desde el estudio de la estructura de su familia radica en la idea de que se debe tomar en cuenta tanto a los individuos como a los sistemas, porque el entorno saludable de cualquier niño, y en especial del niño con necesidades especiales, es aquel que permite y fomenta su desarrollo, esto en gran medida dependerá del tipo de interacción que hay en ese sistema. Si se incluye a la familia como un factor de la salud mental, se amplía la perspectiva de la concentración tradicional en el individuo (Minuchin, 1986). Durante su ciclo vital, toda familia enfrenta momentos de tensión que demandan adaptación por parte del sistema. El diagnóstico de una condición diferente puede producir un impacto que perdura en el tiempo y genera cambios tan importantes en el seno de la familia como la salida de uno de los padres porque, al igual que cualquier otra condición diferente, como la esquizofrenia o la epilepsia, el síndrome de Down es un factor de estrés que hace que el sistema familiar cambie su estructura para mantenerse.
PRESENTACIÓN CRÍTICA
CASO FAMILIA CON SÍNDROME DE DOWN
La familia w y su niño especial.
Cuando la familia w se enteró de la llegada de su primer hijo sintió una gran felicidad, ya que deseaban con muchas ansias un bebé en su familia, sin embrago al enterarse que su hijo vendría al mundo con una discapacidad (síndrome Down), la familia recibe un golpe a sus expectativas con el cual tienen que aceptar y afrontar la llegada de este niño “anormal” e inesperado. Esto trajo varias consecuencias debido a la actitud que toma cada padre ante esta noticia, por un lado la madre toma una postura de rechazo e incertidumbre, debido a que aparecen temores frente al futuro de su vida y la de su futuro hijo, la madre se encontraba perdida y sin bases de conocimiento hacia esta enfermedad, mientras del otro lado de la familia, su esposo genera una actitud positiva hacia la llegada de su hijo, se manifiesta fuerte, tranquilo y capaz, logra adaptarse a la situación apoyado en sus creencias religiosas. Estas ideas diferentes llevaron a la pareja a buscar ayuda terapéutica, ya que no se entendían y surgían conflictos entre ellos.
El desequilibrio que causa esta noticia en la familia w será una excelente forma para explicar algunos puntos de la terapia estructural, nos basaremos en este ejemplo para nombrar y ejemplificar esta técnica de reestructuración de la familia y así reconstruir el equilibrio en la familia w.
Lo primero que se realiza en la terapia es una técnica nombrada en terapia familiar como unión y acomodamiento, esto con el fin de crear una adaptación y alianza entre el terapeuta y la familia, de manera que los miembros puedan hablar de la problemática con mayor comodidad. En este caso de familia con hijo síndrome de Down, el rastreo, nos permitirá rastrear las pautas o reglas que han regido a la familia antes y después de enterarse de la noticia, con el fin de conocer más a fondo las antiguas dificultades de pareja y las dificultades que se han manifestado en esta relación a raíz de la noticia. Además, el terapeuta realizara preguntas y comentarios que faciliten diagnosticar el grado de dependencia que generara el nuevo integrante a la familia, recordando así que no todas las personas que sufren este síndrome tienen el mismo nivel de dependencia ni las mismas complicaciones.
A través de la imitación de gestos y movimientos, la familia sentirá que habla un mismo idioma con el terapeuta, inconsciente o consciente, el terapeuta se mimetiza con la familia permitiéndole a está contar sus experiencias de manera más amistosa, es así como el terapeuta genera confianza para descubrir las transacciones de la familia. Al evaluar estas transacciones, el terapeuta se concentra en 6 áreas fundamentales, la primera es la estructura familiar en donde se identifican roles, la segunda es la flexibilidad del sistema que es la capacidad de elaboración y reestructuración, la tercera es la resonancia del sistema familiar en la cual se visibiliza la sensibilidad ante las acciones individuales de los miembros, la cuarta es el contexto de vida de la familia en donde se analizan fuentes de apoyo y de estrés en la ecología de esta, la quinta es el estadio de desarrollo en donde se observa el rendimiento en las tareas apropiadas a la etapa ciclo vital, teniendo en cuenta los factores específicos de las familias con hijos síndrome de Down y las dependencias que exija el caso, de sexto encontramos la utilización de los síntomas del paciente se toma el síntoma para hacer la terapia, ya sea exagerando el síntoma o des acentuándolo.

Teniendo en cuenta todos los puntos anteriores, se crea un diagnóstico, el cual se realiza a través de hipótesis de trabajo que el terapeuta desarrolla con toda la información recogida a lo largo de la terapia. Así con un diagnóstico claro, se crea un contrato terapéutico en cual el terapeuta y la familia llegan a un acuerdo de trabajo que puede ser modificado con el trascurso de las terapias, esto permite darle una forma a la terapia y crear confianza con la familia de manera que sepan los logros y propósitos en los futuros encuentros.
Conocer cuáles son los desafíos que enfrentan las familias de personas con discapacidades, sus necesidades, sus preocupaciones y su modo de interactuar con otros sistemas, permite modificar ciertos aspectos para construir una convivencia más humana, en la que no sólo se acepte a las personas con síndrome de Down y otras condiciones "diferentes", si no que se les reconozca legítimamente como miembros útiles y valiosos de la sociedad, así como valiosos pueden ser en sus familias.

BIBLIOGRAFIA

Ariza, G.; Bastidas, M.; Zuliani, L. (2013). Reconocimiento del niño con síndrome de Down como un sujeto de crianza. Revista Facultad Nacional de Salud Pública. 31; 102-109.

Espinal, L.; Gimeno, A.; González, F. El enfoque sistémico en los estudios sobre la familia. República Dominicana: Universidad Santo Domingo; 1-14.

Fishman, C. (2004). Técnicas de terapia familiar. Argentina: Editorial Paidós SAICF.


Navarro, L. (2010). Terapia Narrativa Aplicada A Una Familia Con Una Niña Con Síndrome De Down. Ajayu. 8(2); 45-61.



domingo, 5 de junio de 2016

Elaborado por:
Natalia Montoya Lopez
Natalia Aguirre Ruiz
Lizeth Paola Salazar
Maria Alejandra Luna
Dolly Viviana Alvarez

jueves, 2 de junio de 2016

RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER

RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER

Se establece la relación entre relato, conocimiento y poder, y a partir de la obra de Foucault que adopta la idea de que la intervención terapéutica en general establece relaciones de poder. Por ejemplo las personas experimentan problemas que las llevan a buscar intervención terapéutica, donde a veces se ve al terapeuta con cierto nivel de poder y se supone que hay "una narración dentro de la cual los pacientes relatan su experiencia o dentro de la cual su experiencia es relatada por otros, que no es satisfactoria, porque no representa suficientemente sus vivencias", entonces se ve que hay influencia por otros y que el poder esta marcando en la persona por medio de las experiencias y de lo que los otros digan de ella.

Se dice también en el texto que las narraciones determinan la interacción y organización de la vida de una persona, además es necesario llenar las lagunas que traen estas para poner en marcha la experiencia vivida ya que es desde ahí que se debe tener en cuenta todo aquello que el paciente comparte para aportar en el proceso de la terapia. Dentro de cada narración hay que tener en cuenta el contexto sociopolítico donde nos permite estudiar la acción y los efectos de poder sobre la vida y las relaciones de la personas.

El poder es represivo en su acción y efecto en su forma negativa, pero se dice que estamos sujetos a lo positivo del poder por medio de verdades normalizadoras que configuran nuestra vida dándonos cada día un margen que seguir. Cuando el conocimiento es ejercido por aquellas personas que tienen poder, se vuelve problemático para alcanzar sus propios fines y según Foucault el conocimiento y el poder no se pueden separar ya que el conocimiento siempre te da un nivel de poder ante la sociedad a la que estas inmerso.

Dentro de la terapia también se hace importante mirar el tipo de conocimiento, en este texto muestran dos tipos de conocimiento de la persona donde se pueden enmascarar por efectos de ruptura de conflicto y lucha los conocimientos y se llama conocimiento eruditos, además vemos también que están los conocimientos populares que son aquellos que están en circulación  y sobreviven en los márgenes de la sociedad donde el espacio se niega a que están bien representados.

Al fin de cuentas se concluye que las narraciones siempre son conformadas por diferentes aspectos como lo son el poder, el conocimiento y la representación de las experiencias que cada persona tiene de su propia vida, estas narraciones son importantes dentro de la terapia ya que permite externalizar los problemas mostrando que la persona tiene poder sobre estos donde los puede manejar y solucionar.

TERAPIA


UNA VISION GLOBAL DE LA TERAPIA NARRATIVA

“Ningún retrato de un prototipo puede incluir sus contingencias; pero las experiencias son inolvidables sólo gracias a las contingencias. La terapia narrativa se centra en lo atípico: esto es, en lo que la persona ve como atípico. Nos mueve a examinar lo atípico minuciosamente: porque por medio de lo poco común las personas pueden escapar de las historias que determinan sus percepciones y, por ende, sus vidas.”

En este texto se narra una cadena de prácticas que son consideradas por Payne como las adecuadas para trabajar la terapia narrativa, sin embargo este autor aclara que lo importante es responder de manera sensible a la persona, y no imponerle una secuencia predeterminada de acciones.

Para iniciar, Payne cita a White y Epston, quienes prestan particular atención a la precisión lingüística y dicen que una de las principales responsabilidades del terapeuta es ser consiente del lenguaje que usa, un ejemplo es el uso del poder a la hora de hablar, en este caso se usa la palabra “asistir” vs “ayudar”, proponiendo que quien brinda ayuda se identifica en un lugar por encima de quien será ayudado, por el contrario, quien asiste comparte habilidades con alguien tan competente como él. Este es un tema relacionado con la Programación Neurolingüística, el detenernos en el valor de la palabra, en el valor del lenguaje y de lo dicho, es un punto que tanto en esta terapia como en la actualidad es muy importante, las consecuencias de no expresarnos correctamente pueden cambiar del todo la terapia y lo comprendido por el paciente.

En cuanto a la organización de las secciones, la terapia narrativa no tiene una duración determinada y el intervalo entre sesiones también es variable, con frecuencia, unas pocas secciones distanciadas entre si son suficientes incluso en problemas de larga duración.

A continuación, mostraremos el perfil de la terapia como un paso a paso:

-          Descripción saturada del problema (descripción rala o enrarecida): White, primera descripción a base de dolor, frustración y desesperación. Son el relato dominante de la vida de una persona. Aquí se deben realizar preguntas que permitan al terapeuta aclarar el relato y analizar como la persona afronta dificultades y consecuencias en su vida.

-          Bautizar el problema: darle un nombre al problema, permite a la persona sentir que controla su problema y posibilita la externalización.

-          Lenguaje externalizador: Se habla del problema como algo que tiene efectos sobre la vida de la persona, en lugar de ser parte de ella. Su objetivo es ayudar a la persona a distanciarse de sus problemas y a concebirlos como producto de las circunstancias y los procesos interpersonales, no de su personalidad o psicología.

-          Tomar en cuenta aspectos políticos y sociales: La terapia narrativa cree que los factores sociales, políticos y culturales afectan la vida de las personas, por ende se deben evaluar estos factores e identificar las creencias y relaciones de poder que estén en la vida de la persona.

-          Preguntas de influencia relativa: Apuntan a la influencia del problema en la persona y a la influencia de la persona en el problema, estudiar los recuerdos hacer conscientes los desenlaces inesperados.

-          Deconstrucción de desenlaces inesperados: Se hace una deconstrucción permitiendo que la descripción alternativa se fortalezca. Se escribe una historia más rica creando bases para un cambio futuro.

-          Se invita a la persona a asumir una postura: Tomar una decisión, reescribir la vida a través de las descripciones alternativas.

-          Uso de documentos terapéuticos: Descripción del proceso y progreso, de manera escrita ya que se considera más permanente la palabra escrita que la hablada.

-          Narrar y re-narrar para enriquecer el relato: Enriquecer el relato q la persona inicio a escribir.

-          El uso de testigos externos: Narrar a otras personas lo ocurrido en la terapia.

-          Re-membrar: reconstruir el círculo de amigos, vínculos.

-          Terminación de la terapia: Relato propio rico para abarcar el futuro, se realiza una celebración donde la persona puede invitar a quienes considere importantes en su vida para compartir la experiencia.

La escritura es un punto que encontramos importante ya que compartimos la idea de que lo escrito permanece aún más que lo oral, el hecho de que el paciente tenga la posibilidad de apoyarse en un escrito hace que en problemas futuros tenga una idea de cómo solucionar sus dificultades por sí mismo.

En este texto se realiza un enfoque total del problema, de manera que la persona comprenda que el problema es externo a ella y se sienta en el poder de convertirlo en lo que ella desee, además se observan situaciones pasadas que permitan observar que los desenlaces nunca son como se esperan, se permite a la persona observar alternativas diferentes para reescribir la parte de su vida que se encontraba afectada por el problema. Para el cierre se realiza la narración de la terapia y se utilizan testigos que desde nuestro punto de vista brindan a la persona seguridad ante su creación.

EXTERNALIZACIÓN DEL PROBLEMA


ANALISIS EXTERNALIZACION DEL PROBLEMA

La “externalización” es un concepto que se introdujo en el campo de la terapia familiar por primera vez a principios de la década de 1980. Se desarrolló inicialmente con niños. La externalización siempre ha sido asociada en cierto modo con el buen humor y lo lúdico, a la vez con una práctica cuidadosa y respetuosa. Hay muchas formas de entender la externalización, pero quizá la frase que mejor lo recoge es que “la persona no es el problema, el problema es el problema”. Para cuando la persona ha acudido a nosotros como terapeutas en busca de ayuda, normalmente han llegado a un punto en el que creen que algo está mal, que ellos o algo en ellos resulta problemático. El problema entonces se ha internalizado. Como bien sabemos, es muy común que los problemas se entiendan como internos a la persona. La práctica de la externalización es una alternativa a la internalización.

La externalización sitúa los problemas no dentro de cada individuo, sino como fruto de la cultura y la historia. Los problemas se entienden como algo que ha sido creado socialmente a lo largo del tiempo. Por tanto, el objetivo de la externalización es capacitar a las personas a que se den cuenta de que ellos y sus problemas no son lo mismo. Como terapeutas, hay muchas formas en que se puede conseguir esto. Una forma es hacer preguntas de forma que se cambia el adjetivo que la persona ha utilizado para describirse “Soy una persona deprimida” por un sustantivo “¿Cuánto tiempo lleva teniendo influencia sobre ti esta depresión?” o “¿Qué te dice esta depresión sobre ti mismo”.  A través de este tipo de preguntas, se crea un espacio entre la persona y el problema, lo que le capacita para empezar a explorar su relación con el problema. No sólo se externalizan los problemas. Sino también cualidades tales como las fortalezas, la confianza en sí mismo y la autoestima. Es importante también darse cuenta de que la externalización abarca mucho más que las “técnicas lingüísticas”. Externalizar está vinculado a una forma particular de pensamiento, una tradición concreta de pensamiento llamada post estructuralismo. Esta forma de pensamiento pone un importante énfasis en el lenguaje, en las cuestiones de poder y las formas en que se construye el significado y la identidad.

El proceso de externalización ocurre en colaboración con las personas que acuden a nuestra consulta. Iniciamos conversaciones terapéuticas creyendo que los problemas sobre los que nos consulta la gente no están localizados dentro de ellos, sino que han sido adecuados por las historias  de la cultura en la que viven. Cuando la definición externalizadora de los problemas se adecúa muy bien a la persona, esto la capacita para que sus propias estrategias de resolución de problemas, sus habilidades y sus ideas (que han sido generadas a lo largo de su vida) sean más relevantes a la hora de abordar su situación actual. En nuestra propia experiencia, lo que se externaliza puede cambiar en el tiempo.

La relación de las personas con los problemas cambia a lo largo del tiempo en el que acuden a terapia y así, a la vez que las experiencias de la persona cambian, lo hacen las externalizaciones. Las conversaciones de externalización pueden ser flexibles, creativas y continuas. No utilizamos un lenguaje de externalización una semana y a la siguiente cambiamos a lenguaje internalizador. Mantenemos conversaciones externalizadoras a lo largo de todo el proceso terapéutico. Puede resultar relevante mencionar también que no tiene por qué haber una única definición externalizadora del problema. De hecho, cuando se trabaja con más de una persona, es probable que haya más de una definición. Hablando con una familia puede haber cinco definiciones del problema y eso está bien. Incluso si los individuos tienen diferentes definiciones de un mismo problema, normalmente se pueden poner de acuerdo en abordar los problemas externalizados de uno en uno.

Las conversaciones de externalización descentran el problema en la vida de las personas. Esto significa que se crea un espacio entre la persona y aquello que les perturba. Donde una persona se ha estado viendo como “inútil o sin valor”, ahora en su lugar entiende que esa “inutilidad” ha llegado a dominar su vida  y que hay una historia sobre ello y que ahora tiene la oportunidad de recuperar su vida de las consecuencias que ello ha tenido.

TECNICAS


GLOSARIO DE TÉCNICAS
ESCENIFICACIÓN.


Si bien la escenificación se puede definir como una retórica en la cual el terapeuta determina el danzar de una familia en 3 espacios o momentos diferentes en donde él los establece en interacciones espontaneas, provocar interacciones y finalmente interacciones alternativas o una pequeña excepción que puede ser la iluminación de una interacción espontanea.


Así, permitir al terapeuta el poder analizar de manera asertiva y hacer la recolección de información más veraz de una familia disfuncional y los tipos de falles estructurales en las normas y direccionamiento del problema que presentan. Ya que, en la escenificación el poder definirla en 3 momentos permite que el contacto terapeuta – familia se puede hacer de una manera más franca y la intervención permita mostrar a través de las interacciones la información pertinente y necesaria que tal vez los padres o miembros de una familia no cuenten del caso; puesto que en el hablar y descripción del caso, los familiares se pondrán en la posición que más les convenga, más en la interacción e intervención terapéutica en los 3 momentos, la información que no decidieron contar o suministrar al terapeuta, se ve demostrado en las acciones e interacciones que se mantengan.


En otra ocasión, el terapeuta puede intervenir en las interacciones y hacer parte de la escenificación, mas no puede perder la autoridad ni control dela terapia, para eso debe saber apartarse en el momento adecuado y seguir observado sin que la familia se dé cuenta, puesto que al sentirse observados se asume una predisposición y las interacciones serán falsas o guiadas a la obviedad de lo “bueno” para no mostrar las falencias.


Por ejemplo, la familia se encuentra en un primer acto de interacción donde está la madre de 32 años, el padre de 35 años y el hijo de 17 años. En este caso el chico entra y se sienta a escuchar música mientras los padres pasan a entablar la conversación con el terapeuta, después de 20 minutos, el terapeuta comienza los tres momentos y llama la atención del chico de tal manera que interactúe con sus padres; la primera respuesta negativa fue el ignorar a los padres en un acto de obediencia al ordenar que se sentara al lado de ellos, más el chico no quería.


Si bien la madre se dirige de manera más fuerte y usa un tono de voz más potente obligando al chico a quitarse los audífonos y que el responda con un “¿no entiendes que no quiero?” y retomando su actividad de escuchar música. El terapeuta para el intento de discusión e interviene diciéndole a la madre que estipule con una consecuencia el que el chico no haga caso y el padre reafirmando la orden de la madre, pues en el análisis de la interacción, se pudo deducir que la madre suele ser muy condescendiente y pareciese que le diese miedo que su hijo se incomodara o respondiese de peor manera en el que ella se sintiera mal y el padre sin ínfula de autoridad o apoyo a la madre no interviene con el pensamiento expresa en terapia de “no puedo entrar en una discusión que no es mía ni de mi poder”.


Finalmente en la ilustración de las interacciones y el papel de terapeuta, se hace un primer análisis y pequeño diagnostico con las posibles soluciones a las falencias y acciones disfuncionales de la familia, puesto que en la escenificación se permitió ver en las interacciones la información completa del problema y la recolección necesaria de toda la información para entrar en intervención y poder hacer el análisis y diagnóstico.


COMPLEMENTARIEDAD.


En la individualidad y complementariedad del yo, se encuentra el debate de lo que se puede definir como autonomía y participación a la vez de los individuos pertenecientes a una familia, en este caso, los papeles que desempeñan cada uno de los integrantes de un núcleo familiar como personas individuales pero la pertenencia de cada uno a la misma vez a un mismo núcleo que lo conforman todo.


El terapeuta establece 3 tipos de cuestionamientos al momento de hacer la terapia lo que permite en primera instancia cuestionar al paciente, después hacer el cuestionamiento desde otro punto de vista del yo y finalmente la epistemología del problema. Dichos cuestionamientos se definen como cuestionamiento del problema, cuestionamiento del control lineal y cuestionamiento del modo de recordar los sucesos.


Así cada uno de estos cuestionamientos permite establecer al terapeuta las diferentes problemáticas de la familia y de la misma manera, hacer la diferenciación del yo como un todo independiente y perteneciente a un todo, que determina el patrón o pasos a seguir en la intervención.


Por ejemplo en terapia el cuestionamiento de si de verdad es realmente el paciente el que tiene problemas y no los familiares, si la realidad adecuada es la del paciente o la de los familiares… este tipo de cuestionamientos entre otros, como encontrar un culpable del estado del paciendo, si algún familiar lo provoco, ese tipo de cuestionamientos hacen que la familia muestre la realidad del diagnóstico y se pueda hacer como tal un análisis real de lo que pasa en el núcleo familiar.





PARADOJAS.


Las paradojas son la manera una de las maneras en que el paciente se define en una terapia de largo tiempo y de intervención constantes con el terapeuta. Estas no son siempre necesarias ni más deseadas para utilizar, si bien esto depende de la resistencia al cambio que posea el paciente.


Hay diferentes estilos de intervención con la paradoja o diferentes factores, estos se definen como intervenciones directas basadas en la aceptación y estas tienen como objetivo principal el poder modificar las partes o roles de la familia, están las intervenciones paradójicas basadas en el desafío de las cuales llevan a la familia a un límite de la capacidad de negación o resistencia de las órdenes del terapeuta que permitan encontrar si la familia es resistente al cambio y los pasos a proceder con la siguiente intervención. Por ultimo están las inversiones basadas en la aceptación y el desafío, estas buscan una respuesta de acatamiento desafío por parte de un familiar y el otro, si bien pretende encontrar un familiar que obedezca las órdenes y someterlo al desafío con otro familiar que se ponga en postura contraria y cause el efecto deseado.


Como por ejemplo de las paradojas está el que un miembro de la familia rechace la acción de comer, pero se somete a la obediencia con el hecho de ver a los demás miembros haciéndolo y finalizar toda la comida que hay sin dejar nada para él, lo que desafía su acto de oposición y lo obliga a comer haciendo de esto una acción que tome como represión y así una misma solución al problema.


Por otra parte está el desafío de una madre al ver la obsesiva relación de su hijo con su novia, la oposición que tenía esta madre y la terapia consistía en la aceptación repentina y apoyo a la relación de su hijo, causando una reacción inmediata de despego para poder pasar más tiempo madre e hijo sin dejar de un lado el aspecto sentimental y amoroso, peor si estableciendo un equilibrio.


Finalmente las paradojas son el elemento que pone al límite en la terapia a los familiares y se utiliza en casos de resistencia y fuerza mayor, ya que esto delimita los factores más complejos del paciente en cuanto a la familia y somete a extremidades al núcleo familiar buscando un resultado positivo.


DESEQUILIBRAMIENTO


En el desequilibra-miento, la meta es cambiar el vínculo jerárquico entre los miembros de un subsistema. El desequilibramiento de un sistema puede producir cambios significativos cuando los miembros individuales de la familia son capaces de experimentar con roles y funciones ampliados en contextos interpersonales. Estos cambios pueden llegar a engendrar realidades nuevas para los miembros de la familia. Dos importantes problemas presentan las técnicas de desequilibramiento. Uno es de carácter ético. Estas técnicas son inequitativas por definición. Con una epistemología sistémica, el terapeuta entiende que la conducta de los miembros de la familia está sustentada por el sistema; y no obstante ello, adopta temporariamente una epistemología lineal para apoyar el punto de vista de uno de los miembros. Deberá prestar mucha atención al efecto que estas técnicas producen sobre la tensión familiar y, en particular, a las dificultades con que tropieza un miembro de escaso poder cuando de repente queda aliado con el terapeuta. Si éste percibe que la maniobra ha llegado a un umbral insoportable, puede rescindir la alianza o posponerla, coparticipar por un tiempo con otros miembros antes de retomar su estrategia o transmitir a los miembros con quienes no participa el mensaje de que los atenderá luego. También puede comunicar la esperanza de que el cambio de perspectivas que se consigue con el desequilibramiento contenga posibilidades de soluciones nuevas; El otro problema de las técnicas de desequilibramiento se refiere a las exigencias que imponen al terapeuta. Aunque es posible desequilibrar un sistema familiar utilizando constructos cognitivos que permitan guardar la distancia entre el terapeuta y los miembros de la familia, en la mayoría de los casos estas técnicas requieren proximidad, participación y un compromiso temporario con un subsistema familiar a expensas de los demás. Los terapeutas que prefieran un estilo objetivo y desapegado, descubrirán que el aprendizaje de estas técnicas amplía útilmente su repertorio terapéutico, pero puede resultarles trabajoso. En ese caso es posible que surjan tensiones en el subsistema terapeuta-supervisor.


Consideremos la familia Windsor, compuesta por un padre alcohólico, una esposa hiperintelectual, martirizada, que ni puede vivir con su marido ni nacerlo sin él, y una hija de ocho años, inteligente pero en exceso responsable, de quien se espera que juzgue cuál de sus padres tiene razón. Cuando la familia acudió a la terapia tras un fallido intento de separación de los cónyuges, el terapeuta se alió con el marido. Era en extremo difícil hacerlo porque su larga historia de alcoholismo y drogadicción lo había definido como el anormal, y esta posición de anormal era aceptada no sólo por el resto de los miembros de la familia, sino por el sistema de salud mental que había venido durante largos períodos en la vida de aquélla. El apoyo dado por el terapeuta al hombre que había sido definido como anormal fue cuestionado de un modo u otro por todos los miembros de la familia, y aun al propio terapeuta le resultó difícil ponerlo en práctica, puesto que compartía con su cultura el sentimiento de que el adicto da pruebas de irresponsabilidad cuando prefiere la desviación del alcohol al compromiso y la responsabilidad de velar por su familia. No obstante, apoyó el chispeante sentido del humor del padre y le impartió la directiva de asistir a su esposa deprimida. Otro problema para el terapeuta fue mantener la alianza con el marido aun haciendo empatía con el sentimiento de desesperación de la j esposa, y aunque el propio marido pusiera en entredicho esa alianza durante la terapia pasando por períodos de intoxicación y de adicción. El beneficio que esta técnica de desequilibra miento procura a la familia consiste en la posibilidad de elaborar modalidades diferentes de relación para sus miembros. Los terapeutas de familia creen que, mediando un cambio de circunstancias, las personas (aun las que se han definido durante muchos años como anormales) pueden ensayar alternativas que se les abren. En el caso que consideramos, esas alternativas no sólo incluyeron un cambio en la conducta del paciente individualizado, el marido, sino el surgimiento de una conducta nueva en la esposa y la hija, que vino en apoyo de la conducta modificada de la familia total.


Las técnicas de desequilibra miento se pueden agrupar en tres categorías, según las exigencias que planteen al terapeuta en materia de participación personal El terapeuta se puede aliar con miembros de la familia, ignorarlos o entrar en coalición con unos contra otros.


Alianza con miembros de la familia: El terapeuta se aliará a la familia como experto y generará confianza para hacer intervenciones en la familia. Por ejemplo: María, es usted muy inteligente, es protectora, amorosa y siempre busca la unión de la familia, No cree que es hora de dejar de vivir la vida de sus hijos y vivir la propia…


Alianza alternante: Se puede alternar las alianzas con dos subsistemas en conflicto. Por ejemplo: -Como matrimonio, han permanecido por años casados y nunca ha faltado sustento en la casa, no creen que sea tiempo de aprender a vivir como pareja bajo el mismo techo y dejar de esconderse tras las espaldas de sus hijos.


Ignorar a miembros de la familia: El terapeuta habla o y actuar como si ciertos miembros fueran invisibles. Por ejemplo: -Dígame Celia, como es la relación con su esposo -Joel: Mi padre nunca está en casa y mi mamá… -¿Me permites?, le hice una pregunta a tu madre -Disculpa Arturo, no te escuche por que otros estaban hablando…


Coalición vs. Miembros de la familia: El terapeuta se alía contra el miembro de la familia que está en desventaja y se colude contra otros para darle más fuerza. Por ejemplo: -pedro, eres muy correcto y propositivo, tus ideas son buenas, es una pena que tu familia se empeña en tomar ideas que han resultado poco efectivas para solucionar problemas.


El desequilbriamiento como una técnica desestructurante es asertiva ya que lleva a los subsistemas y por ende al sistema a una modificación de pautas de interacción puesto que el terapeuta se estará uniendo a ese miembro de la familia que no ha podido expresar lo que siente o a dar apoyo a quien lo vea necesario y así cumplir las metas propuestas


COPARTICIPACIÓN


Durante la terapia, el terapeuta debe asumir una posición de liderazgo frente a la familia. La presencia de la familia es un reconocimiento de que sus miembros desean asistencia y de que invitan al terapeuta a ser parte des sistema y así solucionar una situación de tensión, malestar o sufrimiento. Lo común es que los miembros de la familia expongan a un miembro que demuestra el síntoma creen que el problema es la patología de este. Esperan que el terapeuta se concentre en él y procure cambiarlos. Para el terapeuta de familia, en cambio, el paciente individualizado es sólo el portador de síntoma; la causa del problema son ciertas interacciones disfuncionales de la familia.


Familia y terapeuta, entonces, constituyen una sociedad con una meta compartida que se formula de manera más o menos explícita: librar dé síntomas a quien es su portador en la familia, reducir el conflicto y la tensión para la familia como un todo y aprender nuevos modos de superar dificultades. Entran en coparticipación dos sistemas sociales para un propósito específico y por un plazo determinado. En este momento es preciso que se defina la función de los participantes del sistema terapéutico. El terapeuta está en un mismo bote con la familia, pero debe ser el timonel. Como cualquier líder, deberá adaptarse, seducir, someterse, apoyar, dirigir, sugerir y obedecer a fin de conducir Pero también debe tener la aptitud para separarse y tornar a reunirse de un modo diferenciado; y aquí está el problema. Ya que se manifestarán todos los mecanismos de defensa de cada miembro ya que no es lo que esperaban estando aquí está el desafío del terapeuta saber desenvolverse en estas situaciones. Visto que si se da una buen desenvolvimiento de esta demanda que el terapeuta está liderando se daría la reestructuración de un subsistema y de la familia. Coparticipar con la familia es la una actitud que una que toma el terapeuta. Coparticipar es hacer saber a la familia y sus miembros que el terapeuta los comprende, y trabaja con ellos y para ellos. Con esto, la familia puede sentirse segura para ensayar alternativas, intentar lo no habitual y cambiar. Esta participación es lo que mantiene unido el sistema terapéutico.


ENFOQUE


El terapeuta tiene como tarea seleccionar y organizar los datos dentro de un esquema que les confiera sentido. Para hacer esto hace falta, en primer lugar, que el terapeuta seleccione un qué y, en segundo, que elabore un tema para trabajar sobre él. Al mismo tiempo desechará los diversos campos que, siendo interesantes, no son por el momento útiles para su meta terapéutica. En la sesión escogerá ciertos elementos de la interacción de esta familia y organizará el material de manera que guarde armonía con su estrategia terapéutica. El esquema del terapeuta incluye tanto una meta estructural como una estrategia para lograr esa meta. El terapeuta que elabora un tema investiga en profundidad un campo limitado. Tiene que advertir que tan pronto como ha empezado a elaborar un enfoque, queda programado. Empieza a ignorar información. En consecuencia, debe mostrarse hipersensitivo a los indicadores de alerta. El enfoque lo hace vulnerable a los peligros de la absorción. El terapeuta debe ir en pro al cambio familiar, no hacer que ellos se sientan cómodos. Para que se cumpla la meta terapéutica. 


Ejemplos –es recordar el motivo de la consulta si un miembro quiere tomar otro tema ya sea como mecanismo de defensa o porque quiere tomar otro tema, que no seria pertinente en el momento pero se puede tratar después –


Ejemplo  -Regresando a lo que hablabas hace un minuto…



 

INTENSIDAD

Pretende que el mensaje del terapeuta llegue a cada persona traspasando el umbral de la sordera de la familia ya que puede ser que los miembros de la familia oigan el mensaje pero no lo asimilen cognitivamente debido a que siempre lo han escuchado dentro de la familia.
Ciertos terapeutas son capaces de suscitar un drama intenso con intervenciones muy suaves, mientras que otros, para lograr esa intensidad, tienen que recurrir a un alto grado de participación.
Las intervenciones destinadas a intensificar mensajes varían según el grado de participación del terapeuta. En el nivel más bajo de participación se sitúan las intervenciones relacionadas con una terapia de construcciones cognitivas. Y en el nivel más alto, aquellas en que el terapeuta entra en competencia con la familia por el poder.
Es necesario que el terapeuta repita su mensaje varias veces en el curso de la terapia para incrementar la intensidad y hacer que los miembros de la familia tengan un proceso cognitivo de ello. La repetición puede recaer tanto sobre el contenido como sobre la estructura.
También se puede incrementar la intensidad por medio de técnicas como:
·         La repetición de las interacciones isomórficas donde se recalca la conducta imitadora de los miembros de la familia.
·         Modificación del tiempo.
·         Cambio de la distancia donde se habla acerca de la distancia adecuada entre las personas.
·         Resistencia a la presión de la familia se ve cuando el terapeuta no hace lo que el sistema familiar quiere que haga.

FRONTERAS

Son fijaciones que regulan la permeabilidad entre holones (subsistemas).
Se debe tener en cuenta que desde que los miembros de una familia llegan al consultorio están dándonos datos acerca de relaciones de proximidad, alianzas, coaliciones y diadas o tiradas funcionales.
Los indicadores son la manera como se sientan, cuando hablan quien interrumpe al que está hablando y quien responde por el otro.
Para crear fronteras se utilizan dos técnicas que son:
·         TRUCOS COGNITIVOS:
 Se hace necesario decirle frases al miembro de la familia que interrumpe al otro.
Por ejemplo cuando se le pregunta a uno de los hijos algo y la mamá contesta antes que el niño entonces se puede recurrir a frases como las que utiliza Minuchi diciendo: “Eres servicial, te apropias de la memoria de tu hijo ” y al niño se le dice frases como: “Eres un ventrículo y tu madre es un títere”. Esto permite que cada una de las personas sea capaz de decir lo que piensa sin que el otro lo interrumpa o responda por él.

·         MANIOBRAS CONTRETAS:
 ü  Esta se refiere a la proximidad entre miembros.
Por ejemplo el terapeuta crea fronteras haciendo que el papá e hijo volteen las sillas y queden de frente para la conversación y así la mamá o ningún otro miembro de la familia podar entrometerse entre ellos.
 ü  También es importante crear fronteras entre subsistemas.
Por ejemplo esto se da cuando los padres se entrometen en una discusión entre hermanos, es necesario que los hermanos resuelvan los problemas solos ya que los tiempo de padres e hijos es diferente y los niños a veces presentan mejores soluciones que los padres, después de que haya pasado la discusión es importante que ahí si los padres conversen con los hijos acerca de lo que paso.









viernes, 22 de abril de 2016

FAMILIAS EN CONSTANTE CAMBIO PARALELO A LA CULTURA


Las familias han cambiado paralelamente a la cultura, es decir, a medida que el tiempo transcurre se han formado nuevos procesos de vida y dan como resultado el cambio de los sistemas, pero en este caso nos queremos referir al sistema familiar ya que es muy importante debido a su gran aporte de modelamiento que permite la interacción de cada uno de sus miembros con la cultura a la que pertenece, con los cambios que se han dado a través de los años las familias han tenido que reestructurar su sistema, donde las pautas transaccionales, los subsistemas y la comunicación de los miembros deben variar. Por las variaciones que se presentan en la estructura familiar, se hace necesario en algunos casos la intervención de un terapeuta que cumpliendo diferentes pasos puede lograr el reacomodamiento de los miembros.

En la terapia se hace necesario que el terapeuta cree un sistema con el fin de investigar, diagnosticar y reestructurar el sistema familiar. Esta unión entre terapeuta y sistema familiar es posible a través de procesos de asociación como lo son el mantenimiento, rastreo y mimetismo, estos tres procesos permiten que el terapeuta se una a la familia para que así, siendo parte de ellos, pueda comprender la dinámica y las pautas que rigen la familia, además crea confianza para que las personas narren los problemas y permitan identificar los roles de cada uno, por ejemplo, en los tiempos pasados se tenían límites rígidos ante la posibilidad de las relaciones sexuales antes del matrimonio, sin embargo en la actualidad se ha reestructurado ese sistema, donde las relaciones sexuales se han convertido en algo “normal” sin necesidad de matrimonio. Esto ha generado conflicto, debido a que no todos los miembros de la familia logran adaptarse a ese cambio a una madre que conserva esta creencia se le dificulta entender que su hija de 18 años pretenda tener sexo con su primer novio sin tener pretensiones de casarse, mientras a la hija le parece completamente normal y considera que su madre esta desactualizada, entonces se inicia una terapia, donde el terapeuta deberá crear un sistema que le permita conocer los diferentes puntos de vista sobre esta situación que tiene que ver principalmente con madre e hija, también se tiene cuenta las creencias que cada una de ellas tiene relacionadas con la adaptación a un medio que por naturaleza se encuentra en un cambio constante, después teniendo en cuenta esta evaluación, el terapeuta podrá a través de esta confianza generada, obtener un diagnóstico y crear un contrato terapéutico que permita un acuerdo entre la naturaleza del problema y los objetivos del cambio, para finalmente a través de la unión con los subsistemas lograr una reestructuración donde se reconozcan las nuevas pautas transaccionales y el nuevo subsistema parental con nuevos canales de comunicación, Así mismo cabe decir que al darse esto entonces los demás miembros de la familia deben reacomodarse también.


REALIZADO POR:

DOLLY VIVIANA ALVAREZ GRISALES
NATALIA AGUIRRE RUIZ
MARIA ALEJANDRA LUNA PATIÑO
NATALIA MONTOYA LOPEZ 
LIZETH PAOLA SALAZAR DAZA