JUSTIFICACIÓN
Al momento de crear una familia,
la pareja espera un hijo “perfecto” un bebe que se encuentre mínimamente en
óptimas condiciones de salud, sin
embargo entre la gestación y el nacimiento, pueden surgir alteraciones que
afecten la vida del bebé y la de todos los miembros de la familia, es así en el
caso del síndrome de Down, esta alteración genética cambia por completo los
ideales de estos nuevos padres, los lleva a enfrentarse con una realidad inesperada
que causa temor, rechazo, dolor y culpabilidad, además de una doble carga de
responsabilidad y cuidado ante ese nuevo miembro de la familia.
A continuación tomaremos como
tema principal la aceptación de este cambio en la familia, se investiga como afrontan
los padres la llegada de un hijo con síndrome de Down a través de la terapia
estructural, esto teniendo en cuenta que
al estudiar estos casos desde la psicología promovemos la inclusión de los
niños con síndrome de Down al medio, creando perspectivas diferentes y
desarrollando técnicas, instrumentos, o simbolismos para el trato de ellos.
PRESENTACIÓN TEORICA
El síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado
por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo),
en vez de los dos habituales (trisomía del par 21), este síndrome caracterizado
por la presencia de un grado variable de retraso mental y unos rasgos físicos
peculiares que le dan un aspecto reconocible, es la causa más frecuente de discapacidad
psíquica congénita y debe su nombre a John Langdon Haydon Down que fue el
primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a
descubrir las causas que la producían. En julio de 1958 un joven investigador
llamado Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración en el
mencionado par de cromosomas. No se conocen con exactitud las causas que
provocan el exceso cromosómico, aunque se relaciona estadísticamente con una
edad materna superior a los 35 años.
Desde el punto de vista de la
terapia familiar, la familia es un sistema abierto
regido por reglas que se basan en la cooperación para lograr tareas de
desarrollo, tiene una organización basada en la interacción, la cual genera
reglas, jerarquías, límites, estilos de comunicación y alianzas, que
constituyen elementos de la estructura familiar (Minuchin, 1986).
La importancia de abordar una temática como la del niño
con diagnóstico de síndrome de Down desde el estudio de la estructura de su
familia radica en la idea de que se debe tomar en cuenta tanto a los individuos
como a los sistemas, porque el entorno saludable de cualquier niño, y en
especial del niño con necesidades especiales, es aquel que permite y fomenta su
desarrollo, esto en gran medida dependerá del tipo de interacción que hay en ese
sistema. Si se incluye a la familia como un factor de la salud mental, se
amplía la perspectiva de la concentración tradicional en el individuo
(Minuchin, 1986). Durante su ciclo vital, toda familia enfrenta momentos de
tensión que demandan adaptación por parte del sistema. El diagnóstico de una
condición diferente puede producir un impacto que perdura en el tiempo y genera
cambios tan importantes en el seno de la familia como la salida de uno de los
padres porque, al igual que cualquier otra condición diferente, como la
esquizofrenia o la epilepsia, el síndrome de Down es un factor de estrés que
hace que el sistema familiar cambie su estructura para mantenerse.
PRESENTACIÓN CRÍTICA
CASO FAMILIA CON SÍNDROME DE DOWN
La familia w y su niño especial.
Cuando la familia w se enteró de la llegada de su primer
hijo sintió una gran felicidad, ya que deseaban con muchas ansias un bebé en su
familia, sin embrago al enterarse que su hijo vendría al mundo con una
discapacidad (síndrome Down), la familia recibe un golpe a sus expectativas con
el cual tienen que aceptar y afrontar la llegada de este niño “anormal” e
inesperado. Esto trajo varias consecuencias debido a la actitud que toma cada
padre ante esta noticia, por un lado la madre toma una postura de rechazo e incertidumbre,
debido a que aparecen temores frente al futuro de su vida y la de su futuro
hijo, la madre se encontraba perdida y sin bases de conocimiento hacia esta
enfermedad, mientras del otro lado de la familia, su esposo genera una actitud
positiva hacia la llegada de su hijo, se manifiesta fuerte, tranquilo y capaz,
logra adaptarse a la situación apoyado en sus creencias religiosas. Estas ideas
diferentes llevaron a la pareja a buscar ayuda terapéutica, ya que no se
entendían y surgían conflictos entre ellos.
El desequilibrio que causa esta noticia en la familia w
será una excelente forma para explicar algunos puntos de la terapia
estructural, nos basaremos en este ejemplo para nombrar y ejemplificar esta
técnica de reestructuración de la familia y así reconstruir el equilibrio en la
familia w.
Lo primero que se realiza en la terapia es una técnica
nombrada en terapia familiar como unión y
acomodamiento, esto con el fin de
crear una adaptación y alianza entre el terapeuta y la familia, de manera que
los miembros puedan hablar de la problemática con mayor comodidad. En este caso
de familia con hijo síndrome de Down, el
rastreo, nos permitirá rastrear las pautas o reglas que han regido a la
familia antes y después de enterarse de la noticia, con el fin de conocer más a
fondo las antiguas dificultades de pareja y las dificultades que se han
manifestado en esta relación a raíz de la noticia. Además, el terapeuta
realizara preguntas y comentarios que faciliten diagnosticar el grado de
dependencia que generara el nuevo integrante a la familia, recordando así que
no todas las personas que sufren este síndrome tienen el mismo nivel de
dependencia ni las mismas complicaciones.
A través de la imitación de gestos y movimientos, la
familia sentirá que habla un mismo idioma con el terapeuta, inconsciente o
consciente, el terapeuta se mimetiza
con la familia permitiéndole a está contar sus experiencias de manera más
amistosa, es así como el terapeuta genera confianza para descubrir las
transacciones de la familia. Al evaluar estas transacciones, el terapeuta se
concentra en 6 áreas fundamentales, la primera es la estructura familiar en donde
se identifican roles, la segunda es la flexibilidad del sistema que es la
capacidad de elaboración y reestructuración, la tercera es la resonancia del
sistema familiar en la cual se visibiliza la sensibilidad ante las acciones
individuales de los miembros, la cuarta es el contexto de vida de la familia en
donde se analizan fuentes de apoyo y de estrés en la ecología de esta, la quinta
es el estadio de desarrollo en donde se observa el rendimiento en las tareas
apropiadas a la etapa ciclo vital, teniendo en cuenta los factores específicos
de las familias con hijos síndrome de Down y las dependencias que exija el
caso, de sexto encontramos la utilización de los síntomas del paciente se toma
el síntoma para hacer la terapia, ya sea exagerando el síntoma o des
acentuándolo.
Teniendo en cuenta todos los puntos anteriores, se crea un
diagnóstico, el cual se realiza a
través de hipótesis de trabajo que el terapeuta desarrolla con toda la
información recogida a lo largo de la terapia. Así con un diagnóstico claro, se
crea un contrato terapéutico en cual
el terapeuta y la familia llegan a un acuerdo de trabajo que puede ser
modificado con el trascurso de las terapias, esto permite darle una forma a la
terapia y crear confianza con la familia de manera que sepan los logros y
propósitos en los futuros encuentros.
Conocer cuáles son los desafíos que enfrentan las
familias de personas con discapacidades, sus necesidades, sus preocupaciones y
su modo de interactuar con otros sistemas, permite modificar ciertos aspectos
para construir una convivencia más humana, en la que no sólo se acepte a las
personas con síndrome de Down y otras condiciones "diferentes", si no
que se les reconozca legítimamente como miembros útiles y valiosos de la
sociedad, así como valiosos pueden ser en sus familias.
BIBLIOGRAFIA
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Reconocimiento del niño con síndrome de Down como un sujeto de crianza. Revista
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