ANALISIS EXTERNALIZACION DEL PROBLEMA
La
“externalización” es un concepto que se introdujo en el campo de la terapia
familiar por primera vez a principios de la década de 1980. Se desarrolló
inicialmente con niños. La externalización siempre ha sido asociada en cierto
modo con el buen humor y lo lúdico, a la vez con una práctica cuidadosa y
respetuosa. Hay muchas formas de entender la externalización, pero quizá la
frase que mejor lo recoge es que “la persona no es el problema, el problema es
el problema”. Para cuando la persona ha acudido a nosotros como terapeutas en
busca de ayuda, normalmente han llegado a un punto en el que creen que algo
está mal, que ellos o algo en ellos resulta problemático. El problema entonces
se ha internalizado. Como bien sabemos, es muy común que los problemas se entiendan
como internos a la persona. La práctica de la externalización es una
alternativa a la internalización.
La
externalización sitúa los problemas no dentro de cada individuo, sino como
fruto de la cultura y la historia. Los problemas se entienden como algo que ha
sido creado socialmente a lo largo del tiempo. Por tanto, el objetivo de la
externalización es capacitar a las personas a que se den cuenta de que ellos y
sus problemas no son lo mismo. Como terapeutas, hay muchas formas en que se
puede conseguir esto. Una forma es hacer preguntas de forma que se cambia el
adjetivo que la persona ha utilizado para describirse “Soy una persona
deprimida” por un sustantivo “¿Cuánto tiempo lleva teniendo influencia sobre ti
esta depresión?” o “¿Qué te dice esta depresión sobre ti mismo”. A través de este tipo de preguntas, se crea
un espacio entre la persona y el problema, lo que le capacita para empezar a
explorar su relación con el problema. No sólo se externalizan los problemas.
Sino también cualidades tales como las fortalezas, la confianza en sí mismo y
la autoestima. Es importante también darse cuenta de que la externalización
abarca mucho más que las “técnicas lingüísticas”. Externalizar está vinculado a
una forma particular de pensamiento, una tradición concreta de pensamiento
llamada post estructuralismo. Esta forma de pensamiento pone un importante
énfasis en el lenguaje, en las cuestiones de poder y las formas en que se
construye el significado y la identidad.
El
proceso de externalización ocurre en colaboración con las personas que acuden a
nuestra consulta. Iniciamos conversaciones terapéuticas creyendo que los
problemas sobre los que nos consulta la gente no están localizados dentro de
ellos, sino que han sido adecuados por las historias de la cultura en la que viven. Cuando la
definición externalizadora de los problemas se adecúa muy bien a la persona,
esto la capacita para que sus propias estrategias de resolución de problemas,
sus habilidades y sus ideas (que han sido generadas a lo largo de su vida) sean
más relevantes a la hora de abordar su situación actual. En nuestra propia
experiencia, lo que se externaliza puede cambiar en el tiempo.
La
relación de las personas con los problemas cambia a lo largo del tiempo en el
que acuden a terapia y así, a la vez que las experiencias de la persona
cambian, lo hacen las externalizaciones. Las conversaciones de externalización
pueden ser flexibles, creativas y continuas. No utilizamos un lenguaje de
externalización una semana y a la siguiente cambiamos a lenguaje
internalizador. Mantenemos conversaciones externalizadoras a lo largo de todo
el proceso terapéutico. Puede resultar relevante mencionar también que no tiene
por qué haber una única definición externalizadora del problema. De hecho,
cuando se trabaja con más de una persona, es probable que haya más de una
definición. Hablando con una familia puede haber cinco definiciones del
problema y eso está bien. Incluso si los individuos tienen diferentes
definiciones de un mismo problema, normalmente se pueden poner de acuerdo en
abordar los problemas externalizados de uno en uno.
Las
conversaciones de externalización descentran el problema en la vida de las
personas. Esto significa que se crea un espacio entre la persona y aquello que
les perturba. Donde una persona se ha estado viendo como “inútil o sin valor”,
ahora en su lugar entiende que esa “inutilidad” ha llegado a dominar su
vida y que hay una historia sobre ello y
que ahora tiene la oportunidad de recuperar su vida de las consecuencias que
ello ha tenido.
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